Siendo acuáticos por naturaleza y habiendo perdido el uso de sus miembros, debido a la atrofia de los mismos y a las mutaciones genéticas, esta rama de la “raza serpiente”, se caracterizaría por el uso de armas “psíquicas” de largo alcance y su afán oculto de manipular y conquistar a la raza humana.

 

LYRANOS

Los “Lyranos” eran los antepasados originales de nuestra familia galáctica. Hace muchos miles de años que su civilización alcanzó unos niveles de tecnología muy altos. Sin embargo, sus miembros cayeron en profundas desavenencias, que terminaron por dividir a la población. Las facciones, así surgidas, fueron a la guerra y destruyeron una gran parte de su sociedad. Muchos, escaparon en sus naves, y acabaron colonizando otros sistemas estelares, como el de Vega, Hyades y Las Pléyades.

Algunos de estos seres pleyadianos, con antepasados lyranos, también vinieron al planeta Tierra durante el período de los atlantes y de los lemurianos. Los lyranos, han logrado evolucionar más allá de los conflictos y de las guerras. Estas civilizaciones, pueden ser vistas como nuestros primos galácticos.

Al igual que los habitantes originales de Lyra, que tienen un origen común con los humanoides terrestres, estos también fueron expulsados de ese sistema hace muchos miles de años. Algunos de los actuales moradores de los sistemas planetarios de la constelación de “Lyra”, son seres de ascendencia reptiloide.

Durante las “Guerras Lyranas”, que suelen ser referidas por diferentes “contactados”, se cree que un éxodo masivo les llevó a abandonar ese sistema, escapando a la vecina Vega y a las Pléyades, situadas a 130 años luz de la Tierra, en la constelación de Tauro.

Esta región es aún hoy, al igual que nuestro propio sistema, un “campo de batalla” entre saurios grises y humanos.

 

MARCIANOS

Son habitantes del planeta Marte, tanto humanos como no humanos, incluyendo los habitantes de las dos “lunas” marcianas, que muchos creen son asteroides ahuecados artificialmente. Uno de los cuales, Fobos, estaría bajo el control de los grises “originales”, o grises con auto-reproducción, y que serían “anfitriones” de los “clones” grises que operan desde varias estaciones espaciales, disfrazadas de planetoides.

Sería en estas naves “portadoras” donde se llevarían a cabo las abducciones, implantes, programaciones, mutilaciones, infiltraciones y otros tipos de abominables acciones y planes contra el planeta Tierra.

Igualmente, se ha sugerido que hace miles de años, tanto la Luna como Marte, eran mucho más “habitables”. Y que las superficies de estos cuerpos podían haberse visto diezmadas, tras su paso por el cinturón de asteroides, a consecuencia de una cataclísmica “tormenta de asteroides”, proveniente de los escombros que pueden haberse desperdigado de un planeta que aparentemente existía entre Marte y Júpiter y que habría sido destruido por una colisión con otro cuerpo planetario de mayor tamaño, como explican las teorías expuestas por Velikovsky.

Se cree que antiguas “ruinas”, posiblemente de miles de años de antigüedad, habrían sido avistadas en ambos cuerpos celestes y que, las mismas, atestiguarían tal cataclismo.

 

NAGAS

También se han referido a ellos como “Reptoides”, “Reptiloides”, “Reptones”, “Homo Saurus”, “Hombres Lagartija” o “Grises de Narices Largas”. Juegan un importante papel en las leyendas de la India y el Tíbet, donde son considerados por algunos como seres demoníacos residentes en un profundo reino subterráneo. Son descritos con una estatura de 7 u 8 pies y de varios colores, siempre grotescos, pero más comúnmente de una tonalidad verde moho, y con una piel con escamas parecidas a las de los cocodrilos.

Se dice que descienden de una rama de saurios bípedos, que existieron hace miles de años en la tierra y que, a consecuencia de la mutación y de la selección natural, desarrollaron la coordinación de cerebro-cuerpo necesaria para poder desarrollar una tecnología propia.

Se ha informado que algunas especies aún retienen una “cola” visible de sus supuestos y extintos ancestros saurios, aunque bastante atrofiada. Algunos abducidos afirman que la gente “lagarto” parece una versión humanoide de un Velociraptor.

Después de una disputada batalla, en épocas antiguas, entre una raza “pre escandinava” de la región del desierto de Gobi y una raza Reptiloide con base en la Antártica, y tras perder la batalla por la dominación del mundo de la superficie, fueron lanzados hacia las profundidades, en las que eventualmente llegaron al desarrollo de distintos tipos de conocimientos, incluyendo la tecnología aérea y espacial.

 

NARANJAS

Estas entidades convergen, en gran parte, debajo de la Nevada meridional, en el norte de Nuevo México y posiblemente el estado de Utah. Algunas fuentes se refieren a ellos como una raza “humana”, con el pelo amarillo rojizo, rojo o de color naranja. Otros, en cambio, los definen como una vena o cepa genéticamente alterada de humanoides-reptiloides o híbridos. Son descritos a menudo con forma humanoide, sin embargo con algunas características de genética “reptiliana” siempre presentes en su constitución.

Además, se dice que poseen órganos reproductivos similares a los de los humanos, y posiblemente un “alma-matrix” y, por ello, una rama divergente de la raza humana, o la raza reptiloide, dependiendo del tipo de ser naranja al que nos estemos refiriendo. Como sugieren algunas historias, estos también podrían ser reptiles de color naranja que no poseen un alma-matrix.

Algunos de los “naranja” podrían estar relacionados con la Estrella Bernard.

 

OJOS DE LUNA

Una raza de humanos pacíficos, algunos de entre 7 y 8 pies de altura, con piel azul pálida y grandes ojos “cubiertos”, que son extremamente sensibles a la luz. Podrían ser los mismos grandes seres humanos que se dice, habrían sido encontrados sobre la luna por nuestros “astronautas” y que, según John Lear y otros autores, fueron silenciados en su momento y no se les permitió contar lo que realmente vieron.

Estos seres, según algunos entendidos, podrían estar aliados con los “nórdicos” y los “rubios”. Afirman ser descendientes de Noé, que habría viajado al Hemisferio Occidental varios siglos después del diluvio, donde descubrió un gigantesco sistema de cavernas antediluvianas y una maraña de antigua tecnología, que había sido abandonada por sus dueños en las profundas grietas subterráneas.

Se les puede encontrar, mayormente, en profundos sistemas de cavernas bajo la región de los Ozarks, en Arkansas y sus regiones circundantes.

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