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Desde el año 1500, más de 320 vertebrados terrestres se han extinguido a lo largo del planeta
Desde el año 1500, más de 320 vertebrados terrestres se han extinguido a lo largo del planeta

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“El planeta Tierra está entrando en una nueva etapa de extinción masiva, que amenaza la existencia misma de la humanidad”, ha sido decretado por los científicos.

Un equipo de investigadores de los Estados Unidos se afanan en afirmar que su estudio, hecho público en la revista Science Advances, ha logrado demostrar, “sin lugar a dudas”, que estamos entrando en la sexta gran extinción masiva en la Tierra.

En el estudio, se establece que las especies están extinguiendose a una velocidad 100 veces mayor de lo que normalmente se podría esperar. Y eso, haciendo una estimación más bien conservadora del proceso.

El gráfico que acompaña esta nota, muestra el enorme aumento en la pérdida de especies animales, en el último siglo. Desde el año 1500, más de 320 vertebrados terrestres se han extinguido.

Los grandes animales, que también se cocecen como megafauna, y que incluye a elefantes, rinocerontes y un sin fin de otras especies, alrededor de todo el planeta, se enfrentan a la mayor tasa de declive, una tendencia que coincide con los eventos vividos en anteriores extinciones.

Pero, más allá de los vertebrados, se ha estimado que, entre el 16 y el 33 por ciento de todas las especies hoy existentes, se hallan amenazadas o bajo peligro.

Las poblaciones restantes, muestran una disminución promedio del 25 por ciento de sus ejemplares, con una situación igualmente grave para la vida de los animales invertebrados.

Ahora, el fantasma de la extinción se cierne sobre el 41 por ciento de todas las especies de anfibios y el 26 por ciento de los mamíferos, de acuerdo a la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

La pérdida catastrófica de especies animales representa una amenaza “muy real” para la existencia humana, advierten los expertos, así como la de “procesos” cruciales para los ecosistemas, como la polinización de los cultivos llevada a cabo por los insectos y la purificación del agua en los humedales, actualmente en riesgo.

“Al ritmo actual, de desaparición de especies, los seres humanos van a perder muchos de los beneficios que proporciona la biodiversidad en tan sólo tres generaciones”, según Paul Ehrlich, profesor en biología de Estudios de Población e investigador principal del Instituto Stanford Woods del Medio Ambiente, que dirigió la investigación.

“Estamos cortando la rama sobre la que estamos sentados”, asegura Ehrlich.

El estudio advierte que los seres humanos se están precipitando hacia “un evento mundial de pérdida de biodiversidad”, y que la ventana para conservar las especies amenazadas se está cerrando rápidamente.

“Sin lugar a ningún tipo de dudas, estamos entrando en la sexta gran extinción masiva”, asegura el profesor Ehrlich.

El estudio, además, muestra que incluso con estimaciones muy conservadoras, las especies están desapareciendo a un ritmo muy veloz, mayor que la velocidad que se considera como normal para las extinciones en masa, y conocida como la “tasa de fondo”.

“Si se permite que continúe, la vida tomaría muchos millones de años en recuperarse, y nuestras propia especie probablemente desaparecería muy pronto”, explica uno de los autores principales del estudio, Gerardo Ceballos, de la Universidad Autónoma de México.

Según el autor, se teme que el 75 por ciento de las especies de la Tierra, existentes hoy en día, podrían perderse en tan sólo dos generaciones.

“Insistimos que nuestros cálculos probablemente subestiman la gravedad de la crisis de extinción ya en marcha, porque nuestro objetivo era establecer un límite inferior realista del impacto de la humanidad sobre la biodiversidad”, indican los investigadores.

Pero, el repiqueteo constante de la historia, nos recuerda como la creciente población humana, y los índices de consumo per cápita y de desigualdad económica, han alterado o destruido los hábitats naturales.

“Hay ejemplos de especies, por todo el mundo, que son esencialmente muertos vivientes”, alega Ehrlich.

“Pero, a pesar de este sombrío panorama, hay un mecanismo que puede ser de enorme utilidad”, afirman Ehrlich y sus colegas.

“Evitar la sexta extinción masiva requerirá los esfuerzos expeditos y mancomunados de toda la población, en gran medida intensificados, a fin de conservar las especies ya amenazadas y de aliviar las presiones sobre sus poblaciones. En particular, la pérdida de los hábitats, la sobreexplotación con fines económicos y el cambio climático”, escriben los autores del estudio.

Ceballos agregó: “Soy optimista, en el sentido de que los seres humanos reaccionarán. En el pasado hemos hecho saltos cuánticos cuando trabajamos juntos para resolver nuestros problemas”.

Los investigadores esperan que su trabajo sirva para informar de los esfuerzos para la conservación, el mantenimiento de los servicios de los ecosistemas y las políticas públicas.

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