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NOTICIAS | CULTURA
La Torre de Babel, mencionada en el Génesis, razón por la cual las lenguas fueron confundidas como un castigo de Dios
La Torre de Babel, mencionada en el Génesis, razón por la cual las lenguas fueron confundidas como un castigo de Dios

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La idea de un lenguaje universal en los humanos se remonta, al menos en la Biblia, a esos tiempos en los que la humanidad hablaba una única lengua madre común. Pero, fueron castigados a no entenderse, luego del intento de alcanzar el cielo con una construcción colosal, en contra de la Ley de Divina, la Torre de Babel.

Ahora, un grupo de investigadores han reconstruido ciertas palabras, como “madre”, “tirar” y “hombre”, que muy posiblemente habrían sido utilizadas por los antiguos pobladores de un área geográfica específica, como el Cáucaso.

La lista de palabras, que se detalla en la prestigiosa revista “Proceedings” de la Academia Nacional de Ciencias, podría ayudar a los investigadores a reconstruir la largísima historia de las migraciones antiguas y los contactos entre las culturas prehistóricas.

“Podemos incluso rastrear los ecos de una lengua hasta unos 15.000 años atrás en el tiempo, a una época que se corresponde con el final de la última edad de hielo”, aseguró el coautor del estudio, Mark Pagel, biólogo evolutivo de la Universidad de Reading, en el Reino Unido.

Pero no todos los lingüistas creen en un único origen común del lenguaje. Y, tratar de rehacer esa lengua, parecía una tarea francamente imposible. La mayoría de los investigadores creían que sólo podían rastrear las raíces de ciertos lenguajes, remontándose en el tiempo a tan sólo unos 3.000 o 4.000 años.

A pesar de todo ello, un equipo de investigadores han dado a conocer que han podido rastrear las raíces de una lengua madre común a muchos lenguajes euroasiáticos modernos, en un periodo que se remonta a unos 9.500 años, en Anatolia, una península del sudoeste de Asia que forma parte del territorio ocupado por la actual Turquía.

Pagel, sin embargo, se pregunta si la evolución del lenguaje funciona igual que la evolución biológica. Si es así, las palabras más críticas, como las palabras de uso frecuente que definen nuestras relaciones sociales, cambiarían mucho más lentamente.

Para saber si podían descubrir esas antiguas palabras, Pagel y sus colegas en un estudio previo rastrearon la celeridad con la que las palabras cambian en las lenguas actuales. Identificaron las palabras más estables y, además, trazaron cómo diferentes idiomas modernos se relacionaban.

Luego, reconstruyeron antiguas palabras en función de la frecuencia con la que ciertos sonidos tienden a cambiar en diferentes idiomas, por ejemplo, la p y la f se intercambian con frecuencia con el paso del tiempo en muchos idiomas, como en el cambio de “pater”, en latín, a la más reciente expresión “father” del inglés.

Los investigadores, finalmente, pudieron predecir como 23 palabras, incluyendo “yo”, “tú”, “madre”, “macho”, “fuego”, “mano” y “oír”, podrían haberse oído en una lengua ancestral que data de hace 15.000 años.

En otras palabras, si los seres humanos de hoy en día pudieran encontrarse de alguna manera con sus antepasados de la Edad de Piedra, podrían entenderse entre sí con el uso de una o dos oraciones muy simples, dijo Pagel.

Pero, por desgracia, esta técnica idiomática puede haber llegado a sus límites en términos de qué tan atrás en la historia se puede llegar.

“Va a ser muy difícil ir mucho más allá de eso, incluso las palabras que evolucionan más lentamente están comenzando a perder su fuerza”, explicó Pagel a LiveScience.

El estudio, así mismo, plantea la posibilidad de que los investigadores pudieran combinar los datos lingüísticos con la arqueología y la antropología “para contar la historia de la prehistoria humana”, por ejemplo, recreando las migraciones y los contactos entre los pueblos antiguos, dijo el especialista en comparación lingüística procedente de la Universidad de Nuevo México, William Croft, que no participó en el estudio.

“Esto, se ha retrasado porque la mayoría de los lingüistas afirman que no se puede ir tan atrás en el tiempo”, comentó Croft. “Pero, ahora, se nos ofrece una oportunidad interesante con la sugerencia de que sí podremos retroceder bastante más en el tiempo”.

Actualizado el 03 de enero de 2016
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