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Kim Kardashian, posando sobre una barca en una playa de Tailandia, para el editorial de una revista de modas
Kim Kardashian, posando sobre una barca en una playa de Tailandia, para el editorial de una revista de modas

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Vista así, sentada sobre una barca, Kim Kardashian parece la garota de Ipanema. “Mira qué cosa tan linda, tan llena de gracia”... ¿De gracia? Y, ¡de grasa!

¡Tal cual! Porque sí, la hemos pillado. La “socialite” no lleva implantes de silicona en sus prominentes glúteos, tal y como demostró en su reality, enseñando una radiografía del final de su espalda: tenía razón.

Sin embargo, sí que es verdad que detrás de su pompis, que dirían los finolis, ¡hay truco!

Lo que hace la hija mayor del famoso abogado de O.J. Simpson, a fin de exhibir esa tremendo “zodiac”, es reutilizar la grasa que le sobra en las piernas y que obtiene en sus muchas liposucciones, para reimplantarla en su generoso trasero.

En fin, da grima, pero el resultado es el que ella busca. Es una realidad que desde hace tiempo Kim no va de frente por la vida. Ella, prefiere darle la espalda al mundo.

Está tan obsesionada con sus nalgas, que ya no reparamos en su cara. No nos extrañe, si empieza a caminar hacia atrás como los cangrejos.

Esta semana, los paparazzi la cazaron posando para una revista en una playa tailandesa. Por supuesto, Kim se lucia en un pequeño bikini y, sus posaderas, reposadas sobre una barca varada en la arena, cobraron absoluto protagonismo.

Sus cachetes, de similar tamaño al de las cabezas de dos varones adultos calvos, permitieron que al fotógrafo no le hiciera falta emplear ningún teleobjetivo para alcanzar sacar su pandero, con nitidez, a gran distancia.

Una vez más, la pareja del rapero Kanye West demostró que si cayera al vacío sin paracaídas, se salvaría gracias a su propio airbag.

Y no hay que olvidar la leyenda urbana en la que se cuenta, como la estrella de la televisión insinuó orgullosa en alguna ocasión, que ella viajaba en primera clase porque su perímetro de cadera no encaja en la clase turista y que, incluso, comprobó que no le hace falta saber nadar en el océano, ¡ella flota!

Pero, fuera bromas, ¡hemos consultado a un experto para salir de dudas!

El cirujano plástico, Iván Mañero, lo explica: “A mi juicio, se ha hecho un implante autólogo de grasa, después de varias liposucciones. Está claro, que se ha hecho algo, porque su culo no es proporcional a su cintura, ni al resto de su cuerpo”.

“Pero no se trata de prótesis, porque no las fabrican de ese tamaño, ni ácido hialurónico, pues saldría extremadamente caro y además se reabsorbe. El procedimiento utilizado con la Kardashian, consiste en sembrar miles de pequeñas bolitas de grasa y después darles forma”, explicó.

Pues eso, Kim Kardashian, ¡está llena de grasa!

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