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“El agua que bebí estaba tan buena como cualquiera que hubiese salido de una botella”, dijo Gates
“El agua que bebí estaba tan buena como cualquiera que hubiese salido de una botella”, dijo Gates

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El fundador de Microsoft y filántropo multimillonario, escribía una nota en su blog el pasado lunes: “Vi pilas de heces que iban transportadas en una cinta y caían en un gran contenedor. Se hacían camino hacia el interior de una máquina, donde serían hervidas y tratadas. Unos minutos después, le di una larga probada al resultado: ¡un vaso de deliciosa agua potable!”

Gates, anunciaba así el último de los “buenos” proyectos de la prestigiosa Bill & Melinda Gates Foundation: Una máquina que convierte los desechos humanos en agua potable y que se autoabastece de electricidad.

“El agua que bebí estaba tan buena como cualquiera que hubiese salido de una botella”, continuaba Gates. “Y después de analizar la ingeniería que se esconde detrás de la misma, la bebería felizmente todos los días. Es así de sana”.

Según Bill Gates, al menos 2 billones de personas alrededor del planeta, no tienen la posibilidad de acceder a un saneamiento adecuado.

“A menudo, con heces fecales como factor contaminante del suministro de agua potable y una ausencia total de tratamiento”, agrega.

El “Omniprocesador Janicki”, llamado así en honor de su creador, pretende ayudar a solucionar dicho problema. Su desarrollo, está abanderado por la firma de ingeniería de éste, con sede en Seattle.

“La máquina, extrae agua del líquido residual canalizado hasta la misma”, explica Peter Janicki.

“Durante el proceso, los desechos se secan y luego son quemados, para crear el vapor, que a su vez, le dará poder al motor que crea electricidad. Mientras tanto, el agua removida de los desechos pasa por un riguroso proceso de filtración, produciendo un agua totalmente limpia”.

De hecho, Gates demostró públicamente su confianza en la nueva tecnología bebiendo un vaso de agua frente a las cámaras, que se produjo del excremento que había entrado en la máquina, apenas unos minutos antes.

Encima, la energía producida es más que suficiente para alimentar a todo el proceso, por lo que es fácil para el dueño del Omniprocesador obtener beneficios, haciendo de ésta, una inversión atractiva para los empresarios en países en desarrollo.

Por el momento, el único prototipo se encuentra justo al norte de Seattle, pero hay planes para un proyecto piloto en Dakar, Senegal, más adelante en el año 2015. A partir de ahí, se espera el despegue de la tecnología.

Gates quisiera ver que la idea se esparciera a través de todo el mundo en desarrollo para reinventar las plantas de tratamiento de aguas servidas. La mayoría de las plantas modernas, no usan desechos humanos como energía. En cambio, la guardan seca en desiertos y funcionan con diesel u otra clase de fuente de energía no renovable.

Gates ha escrito anteriormente sobre sus aspiraciones de “reinventar el inodoro”. En 2012, ofreció un premio de 400.000 dólares a aquellos capaces de abordar la cuestión del saneamiento de una manera innovadora.

“Las enfermedades causadas por la falta de saneamiento matan alrededor de 700.000 niños cada año”, escribe Gates, “y evitan que, muchos más, se desarrollen de forma plena. Tanto mental como físicamente”.

“Los inodoros occidentales no son la respuesta, ya que requieren una infraestructura masiva de líneas de alcantarillado y plantas de tratamiento que, simplemente, no son factibles en muchos países pobres. Así que hace unos años nuestra fundación hizo un llamado para una nueva solución”, añadió.

La solución era reinventar el inodoro. Pero, el Omniprocesador, lidia con el problema de manera diferente, tratando en su lugar el revolucionar la planta de tratamiento de aguas residuales.

El multimillonario cofundador de Microsoft, que se ha comprometido a dar la mayor parte de su fortuna a la caridad y se ha hecho famoso por su labor humanitaria en los países en desarrollo, cree que el procesador “no sólo mantendría los desechos humanos fuera del agua potable; sino que convertiría los residuos en un producto final con un valor real en el mercado”.

Después de todo, la basura de un hombre es el tesoro de otro.

 

Omniprocesador Janicki

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