NOTICIAS | CONSPIRACION
Marca, que se correspondería con una víctima del vuelo MH17 o, al menos, a una parte de un cuerpo
Marca, que se correspondería con una víctima del vuelo MH17 o, al menos, a una parte de un cuerpo

Oferta Especial

Luego de que en Donetsk, al este de Ucrania, se recuperaran los cuerpos de 121 personas que viajaban en el avión de Malaysia Airlines, derribado por un misil, un comandante prorruso indicó que varios de los cadáveres allí rescatados, no se encontraban “frescos”, es decir, que los mismos habrían fallecido antes de la tragedia.

El sitio web, Russkaya Vesna, que simpatiza con los separatistas, citó al comandante, Igor Guirkin, que habría comentado que la gente que acudió al lugar donde cayó el avión malayo habían asegurado que “varios de los cadáveres no estaban frescos, les habían frenado el flujo sanguíneo y desprendían ya un fuerte hedor a descomposición”.

Con esta extraña versión, se podrían dar inicio a diversas indagaciones en referencia al citado caso, puesto que se insinúa que el pasaje del vuelo MH17, muy posiblemente, ya estaría muerto antes de que el avión se desplomara.

Por otro parte,  de acuerdo con el diario The Guardian, en el lugar de los hechos, en los campos al este de Donetsk, zona controlada por los rebeldes prorrusos, se pueden ver tiras de algodón blanco, atadas a pequeñas estacas de madera. Cada marca, correspondería a una víctima del vuelo MH17 o, al menos, a una parte de un cuerpo.

Algunas versiones, por parte de los rebeldes, indican que al principio se pensaban que estaban observando paracaidistas procedentes del avión. Pero, luego, se percataron que era gente cayendo del cielo, atados a los asientos de pasajeros.

El Boeing 777, de Malaysia Airlines, que cubría la ruta de Amsterdam a Kuala Lumpur, con 298 pasajeros a bordo, cayó cerca de la población de Snezhnoye, provincia de Donetsk, en una zona controlada por las milicias separatistas.

El accidente constituye toda una tragedia para la comunidad científica que colabora en la lucha contra el Sida. Pero, la clave, de lo allí sucedido, podría estar en las palabras de Trevor Stratton, un reconocido expecialista en Sida y VIH, que aseguraba en unas declaraciones a la televisión australiana, que: “la cura del Sida podría estar en ese avión, nunca lo sabremos. No puedes evitar preguntarte qué pudo ocurrir”.

Con esta nueva versión, se abre todo un nuevo capítulo de la teoría conspiranoica que envuelve a la compañía Malaysia Airlines. No hay que olvidar el incidente sufrido por una aeronave de la misma empresa, en medio del Océano Indico, el pasado mes de marzo, y cuya desaparición también se vio envuelta en el más profundo de los misterios.

En ese momento, se preguntaban si habría una pieza que faltara en el rompecabezas del caso del avión de Malaysia Airlines ¿Existieron otro tipo de intereses en la desaparición del avión, más que un piloto suicida o un ataque terrorista?, se cuestionaban los expertos en la teoría de la conspiración de medio mundo.

Un dato destacado tan sólo por unos pocos medios a nivel mundial, fuera de las grandes agencias con sedes en Washington y Londres, fue el hecho de que un grupo de altos ejecutivos chinos viajaban en el MH370. Se trataba de cuatro altos empleados de la empresa Freescale Semiconductor, con sede en Austin, Texas. Una firma perteneciente al holding de empresas de la multinacional Blackstone, cuyo propietario es el archí famoso financista de Wall Street, el multimillonario Jacob Rothschild.

Cuatro días después que el boeing de Malaysia Airlines desapareciera, una patente de semiconductores fue aprobada por la oficina de patentes de EEUU. La patente se dividía al 20% entre sus cinco titulares. Una parte, pertenecía a la propia empresa, Freescale Semiconductor, de Rothschild. Las otras cuatro, entre los chinos Peidong Wang, Zhijun Chen, Zhijong Cheng y Li Ying, todos de la ciudad de Suzhou y pasajeros del MH370.

Resta decir, que si un titular de una patente compartida muere, entonces, el resto de los titulares se reparten en partes iguales los dividendos del fallecido, si no se disputa un testamento previo a su muerte. Si cuatro de los cinco titulares mueren, sus partes pasan al único que queda vivo. Por ende, el 100% de esta patente, aún desconocida, pasaría a pertenecer a Rothschild.

Sumado a esta casualidad, está el marco de una investigación que sólo puede catalogarse de “extraña”. Con satélites que pueden llegar a leer lo que dice un periódico en cualquier ciudad del mundo, pero que no pueden encontrar a una aeronave completa ni ninguna de sus partes o pasajeros.

De pronto, de un día para otro, el primer ministro malasio dio la noticia que el avión se había estrellado y todos los que iban a bordo habían muerto. A los familiares de las víctimas, se les comunicó mediante un mensaje de texto, escrito en inglés, de una forma muy irregular.

Los familiares de los que viajaban en el avión protagonizaron entonces  una marcha hacia la embajada de Malasia en Pekín y hacia las oficinas de la aerolínea, pidiendo “pruebas fehacientes” de la destrucción del avión y,  en algunos casos, diciendo “no creer” nada de lo que decían las autoridades.

Lo único que queda, de aquella tragedia del boeing de la empresa Malaysia Airlines, son sólo interrogantes. Signos de interrogación en medio de un mar de dudas e hipótesis, ya descartadas por los grandes medios y los gobiernos occidentales, pero todavía presentes en los sentimientos de la gente.

¿Volvieron a actuar oscuros intereses en esta tragedia? ¿Volverá a suceder lo mismo en esta oportunidad? ¡Sólo el tiempo lo dirá!

This Is A Developing Story
ESPECIALES