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Algunos estudiosos sostienen que ciertas pinturas rupestres pueden representar a visitantes del espacio
Algunos estudiosos sostienen que ciertas pinturas rupestres pueden representar a visitantes del espacio

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La teoría de “Antiguos Astronautas”, basada en evidencias arqueológicas y referencias mitológicas, sostiene que en la antigüedad, los hombres mantuvieron algún tipo de contacto con seres que provenian de otros planetas y que éstos les enseñaron cómo desarrollar una civilización.

Esta misma idea, que para muchos puede sonar un poco disparatada, fue defendida por estudiosos, como los míticos Zecharia Sitchin y Erich von Daniken, que sufrieron fuertes cuestionamientos de buena parte del mundo científico y académico, pero que fue aceptada por millones de personas alrededor del mundo, eso sí, creyentes del fenómeno ovni.

Hoy, aparentemente, sus increíbles postulados empiezan a tener eco en distintos organismos espaciales de todo el mundo. La NASA, publicó el libro: “Arqueología, antropología y comunicación interestelar”, en donde sostiene que algunas de las pinturas rupestres pueden representar visitas pasadas, provenientes del espacio.

Uno de sus coautores, el profesor William Edmondson, de la reconocida universidad inglesa de Birmingham, considera que nuestros ancestros, impresionados por la tecnología de las máquinas voladoras que tenían frente a sus ojos, idolatraron a esos viajeros y los consideraron “dioses”. Todos los cultos, se habrían creado para invocar, así, su presencia.

“Podemos decir poco, o nada, acerca de cuál es el significado de estas representaciones, del por qué fueron grabadas en la roca o sobre quién los creó”, comenta Edmondson. “Ellos podrían haber representado a los alienígenas en todos los aspectos”.

De acuerdo al periódico Daily Mail, en el libro participan varios expertos, que abordan la posibilidad de vida en otros planetas y cuáles serían los mejores instrumentos para mandar y recibir mensajes.

No obstante, si consiguiéramos comunicarnos con entidades externas a la Tierra, lo más seguro es que no las podamos entender. Así lo advierte Douglas Vakoch, quien también ve, en la enorme distancia que nos separa de las estrellas, un factor que juega en contra.

“Si una señal de radio fuera detectada por un experimento moderno, como el SETI, podríamos intuir la existencia de inteligencia, pero no podríamos entender lo que dicen”, escribe en la introducción Vakoch. “Incluso si se detecta una civilización en uno de los sistemas estelares más cercanos, sus señales deben pasar a través de billones de kilómetros, llegando a nuestro planeta tras un largo tiempo”, destacó.

Pero, los autores del libro no pierden las esperanzas: “Para ir más allá de la mera identificación de una inteligencia alienígena, y tener alguna posibilidad realista de entenderlo, podemos seguir el ejemplo de los investigadores que se enfrentan a retos similares en la Tierra”, dice Vakoch.

En este sentido, el científico piensa que es posible comprender, lo que nos dicen los alienígenas, si se imita el trabajo de los arqueólogos, que reconstruyen la historia de las antiguas civilizaciones a partir de informaciones por lo demás vagas.

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