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NOTICIAS | SOBRENATURAL
“Ni son un pueblo de amazonas-dominatrices, ni están en una búsqueda desesperada de maridos”, afirman
El hotel, diseñado por el arquitecto Evert Breman, ha tenido una serie de usos muy diversos a lo largo de su historia

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El Lloyd Hotel, de la bella ciudad de Amsterdam, está ubicado uno de los edificios con más historia de toda la ciudad. De hecho, esta edificación es uno de sus monumentos oficiales.

El hotel goza de gran renombre por su arquitectura y el exquisito diseño de sus instalaciones y habitaciones, en el que se involucraron más de cincuenta diseñadores y artistas plásticos que, además, se suelen hospedar en sus espectaculares habitaciones durante largas temporadas. Aunque, en estas, también parecen residir de forma algo más permanente unos huéspedes algo más “tenebrosos”.

Construido a principios del siglo XX, para la Royal Holland Lloyd, que lo utilizó como un reclamo para atraer a los viajeros que se marchaban hacia Sudamérica, inició su historia de una forma algo desgraciada. Su costo se elevó ocho veces por encima de lo que se había presupuestado en un principio, contribuyendo a hundir en la bancarrota, la hasta esos momentos, boyante naviera.

El hotel, diseñado por el arquitecto Evert Breman en 1918, ha tenido una serie de usos muy diversos a lo largo de su historia, entre ellos, servir de refugio para los judíos procedentes de Alemania durante la Segunda Guerra Mundial. Luego, fue utilizado como una prisión para adultos y más tarde se convertiría en un centro de detención juvenil, hacia el año 1963.

En 1989, ya abandonado el centro de detención, se utilizó para dar cobijo a un grupo de artistas, procedentes de la antigua Yugoslavia. Hasta que, en 1996, se celebró un concurso de ideas para decidir cual sería el destino más adecuado para sus instalaciones.

Una diseñadora de renombre, de la mano de un historiador, propusieron una buena idea: aquellas instalaciones servirían como sede a una especie de “embajada cultural”, para promover las actividades artísticas en la ciudad.

Tras una profunda restauración, el edificio ha servido como hotel, desde el año 2004; dejando, más bien a un lado, el propósito cultural que se le había consagrado.

Desde su apertura, son muchos los artistas de renombre que han pasado por sus habitaciones, convirtiéndolo en un lugar de mucha categoría.

Pero, además de ser un bonito hotel, enclavado en un edificio histórico, son muchos los que aseguran que, entre sus rincones, también reside algún que otro fantasma.

Cuentan, que un hombre de avanzada edad, que decidió alojarse en el hotel a su llegada a la ciudad, vio como le sorprendía la muerte alojado en una de sus habitaciones. Desde entonces, se ha visto su fantasma entrando a la habitación.  Cuando lo hace, el fantasma no usa la puerta, sólo atraviesa la pared.

Uno de sus empleados, un parlanchín pelirrojo de origen marroquí, algo indiscreto, nos cuenta el porque pidió no trabajar en el turno nocturno. Según su relato, en la última planta del hotel, se sucedían una serie de fenómenos paranormales, aterrorizantes, con los cuales no había podido lidiar.

Nos revela, que la dirección del hotel tuvo que solicitar ayuda de expertos en la materia, a fin de acabar con los fenómenos. “Pero no lo lograron del todo”, añade el empleado. “Las apariciones siguen sucediendo”.

Otros empleados nos cuentan, igualmente, que una antigua trabajadora de limpieza, de origen brasileño, podía ver una enorme cantidad de fantasmas, que transitaban por sus pasillos. Al parecer, aquella mujer tenia el don de contactar con seres del más allá. Cuando quisimos entrevistarla, el secretismo fue total. Se nos negó su identidad y la forma de poder ubicarla para hablar con ella.

Pero, al parecer, uno de los espectros más aterrorizadores, sería el de una pequeña, que juega por los pasillos del hotel. Una de sus huéspedes, al verla en uno de sus pasillos, le instó porqué estaba tan sola. La niña, que detuvo su juego, sólo se limitó a mirarla, tras lo cual se dirigió corriendo hacia el final del pasillo y cruzó una puerta, huyendo, como tratando de esconderse.

La mujer, preocupada, se dirigió hacia aquella puerta y, al cruzarla, no había nadie. Tan sólo, una pequeña habitación repleta de trastos, pero decorada con un fino estilo infantil, como para una niña, con una serie de juguetes y de tiernos objetos, desperdigados por todas partes. ¿Por qué está allí esa habitación?

Se piensa que muchos murieron en ese sitio durante su periodo como refugio y hospital de judíos, y que otros fallecieron durante su periodo como cárcel. Lo que es un hecho, son los reportes de sus visitantes de los encuentros con los fantasmas residentes en el mismo, sobre todo, en la planta superior del hotel.

Para aquellos que decidan visitar Amsterdam, el Lloyd Hotel les ofrece la oportunidad de disfrutar una feliz estancia, en un recinto con una historia muy particular. Los más valientes, además, podrán tratar de contactar con las apariciones fantasmales que allí se manifiestan.

Muchas de las historias fantasmagóricas aducidas al lugar se pueden aclarar. La sugestión, la fe ciega y las falsas creencias, o hasta el uso de drogas blandas, tan popular en esta ciudad y, por cierto, prohibidas dentro de todas sus instalaciones. Pero, creánlo, algunos de los fenómenos paranormales que allí suceden no tienen explicación.

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