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NOTICIAS | CONSPIRACION
¿Estamos ante una “advertencia” enviada por el gobierno de los Estados Unidos a la poderosa China?
¿Estamos ante una “advertencia” enviada por el gobierno de los Estados Unidos a la poderosa China?

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La gravísima explosión acaecida en la industriosa ciudad de Tianjin, China, la pasada semana, podría haber sido un acto de “represalia” por parte del Pentágono, en respuesta a la guerra de divisas iniciada por el gobierno de la potencia asiática, tras tomar la decisión de devaluar fuertemente su moneda, denunció hoy un grupo de disidentes de China continental.

De hecho, el gobierno de China, ha puesto en marcha un “proceso” de encubrimiento, sin precedentes, para ocultar la misteriosa explosión y, en la actualidad, estaría desplegando una serie de agresivas tácticas por parte de la policía del estado, con el fin de controlar el flujo informativo que gira en torno a este evento.

“Las fuertes explosiones expulsaron gigantescas bolas de fuego hacia el cielo, esparciendo residuos en llamas a todo lo largo y ancho de una de las zonas industriales más grandes de la ciudad, considerada como el décimo puerto más importante del planeta, incendiando todos los edificios a su paso, y rompiendo ventanas a varios kilómetros de distancia”, informó el diario Daily Mail, del Reino Unido.

La explicación oficial del gobierno de China, sobre dicha explosión, que ha matado a 114 personas, es un trabajo de “ocultación” total. China declarará seguramente la Ley Marcial regional en los próximos 18 días, con el fin de ejercer el “control sistémico” de las personas y de la información.

El gobierno chino ha prohibido a los periodistas la entrada en la zona y ha comenzado a detener a los bloggers que promueven lo que el gobierno llama “teorías de conspiración”, con respecto a las posibles causas de esta, por demás, extraña explosión.

En China, como en Estados Unidos, cuando el gobierno quiere que sus ciudadanos no sepan algo, censura la historia en todos los medios de comunicación.

Lo que se conoce como “totalitarismo informativo”. China, ha tachado los informes sobre Tianjin, exactamente de la misma manera en que se obligó a los medios de comunicación estadounidenses a tachar, por ejemplo, los informes sobre el Dr. William Thompson, cuando admitió que el CDC enterró las pruebas que relacionaban ciertas vacunas con el autismo.

Tras la gigantesca explosión, el gobierno chino ordenó que una serie de “helicópteros negros”, en formación, sobrevuelen continuamente la capital del gigante asiático. El grupo de disidentes chinos, que ha denunciado esta situación de excepción, tomó numerosas fotografías de estos helicópteros (ver imagen), que logró hacer trascender a los medios de comunicación occidentales.

Los disidentes chinos han dicho que tienen razones para creer que el ataque a Tianjin es un llamado de advertencia de los Estados Unidos, que se siente aterrorizado ante el hecho de que China está a punto de regresar al uso del patrón oro con su moneda y de anunciar la liquidación total de los valores de la deuda de los EE.UU. que actualmente posee.

Unas acciones que podrían colapsar el dólar estadounidense y destruir la economía de los Estados Unidos, prácticamente, de forma inmediata.

Un sinfín de sitios web, de los Estados Unidos, especulan que la explosión de Tianjin fue la prueba de un nuevo tipo de arma, desplegada en el espacio, por parte de su gobierno. “Los destrozos causados por la explosión sugieren una deflagración de unos 5 kilotones, posiblemente nuclear. O, probablemente, ejecutada por una nueva arma conocida como “Rod of God”, desplegada desde un avión espacial”, comentaba Unhived Mind.

El despliegue del arma “Rod of God” (Vara de Dios) por parte del Pentágono, no sería otra cosa, más que una “advertencia” enviada por los Estados Unidos a la poderosa China, que ha decidido disfrazar el ataque como una explosión química doméstica.

La “Rod of God” es, básicamente, un arma capaz de desprender una cantidad de energía cinética inimaginable. Más que la de una pequeña arma nuclear táctica, y de hecho, dándole la apariencia de un arma nuclear táctica.

“Esto no fue un accidente y, el tipo de fractura en torno al nuevo cráter, revela que se trató de una explosión bajo tierra. Después de observar las imágenes de pruebas nucleares soviéticas, el pequeño lago surgido en China tras la explosión, parece haber sido causado por el estallido subterráneo provocado por una bomba de al menos 5 kilotones”, aseguran los editores de Unhived Mind.

“Si se trata de una explosión subterránea, una pequeña arma nuclear es la mejor opción, porque al explotar empuja los escombros, evitando que se produzca el cegador destello de una explosión superficial. Una detonación bajo el subsuelo explicaría, además, por qué los sensores de las cámaras no lograron captar ningún artefacto extraño. Y, si no era un arma nuclear, lo que haya sido fue simplemente algo enorme. Pero jamás una bomba termobárica, porque este tipo de bombas no dejan cráteres”, explicaba un experto en armamento en un medio de comunicación independiente.

“Cuando se le indica desde Tierra, el satélite dirigido ordena al ingenio armamentístico que deje caer uno de sus dardos. Las barras guiadas entran en la atmósfera, protegidas por un recubrimiento térmico, viajando a 36.000 pies por segundo, comparable a la velocidad de un meteoro. El resultado: la devastación total del objetivo, incluso, si el mismo se hallara enterrado bajo tierra”, explicaba Popular Science en un artículo de 2004.

“De ser necesario, se le puede ordenar a estos proyectiles impactar, individualmente o en masa, contra objetivos situados en la superficie de la Tierra, estrellándose contra el mismo a velocidades orbítales. Como el proyectil libera una enorme cantidad de energía cinética, la explosión resultante es del equivalente de una gran bomba convencional”, explica la web, Armaghplanet.com.

Mientras tanto, el gobierno chino, que opera un servidor de seguridad masivo que vigila todo el tráfico de Internet y bloquea el acceso VPN, ha añadido el termino “Tianjin”, a la lista roja de palabras claves a filtrar en el tráfico chino en Internet.

Distintas redadas policiales se han llevado a cabo en las oficinas y hogares de blogueros y periodistas independientes, que han intentado mantener informada a la población sobre lo que realmente está sucediendo en Tianjin. Involucrado al gobierno chino en un proceso de cercenamiento de la libertad de expresión sin precedentes.

Además, se han reportado el establecimiento de puestos de control de carretera en las ciudades de Tianjin y Beijing y sus alrededores. Algunas de las medidas adicionales de seguridad que se están llevando a cabo en el lugar, por parte del gobierno de la nación, para controlar el movimiento de las personas, incluyen:

- Los hoteles han sido obligados a informar los detalles de todos sus huéspedes al gobierno, incluidos los números de pasaporte, nacionalidad, los nombres y las llamadas telefónicas hechas desde las habitaciones. Los turistas que no se alojen en hoteles, están obligados a registrarse en la policía local, corriendo el riesgo de ser arrestados si desobedecen dicha orden.

- El gobierno chino ha ordenado que se debe conocer la ubicación de todas y cada una de las personas, en todo momento.

- El uso de unos brazaletes de color rojo ha sido impuesto a distintos colectivos de trabajadores chinos. Los brazaletes indican la subordinación total al gobierno, y quienes los portan han sido entrenados para detectar comportamientos de carácter disidente. Es una versión china del “If you see something, say something” (Si ves algo, di algo), impulsado en su momento por el gobierno americano.

- Ante la cercanía del 03 de septiembre, día en que China conmemorará el 70 aniversario de la derrota de la ocupación japonesa, el gobierno ha prohibido cualquier manifestación a favor de la cultura y el pueblo japonés en sus grandes ciudades. La propaganda del gobierno, 24 horas al día, condena a los japoneses y a los horrorosos crímenes de guerra cometidos por sus soldados contra China. Es cierto, los japoneses cometieron atrocidades inimaginables contra el pueblo chino, como la violación en masa de sus mujeres, para luego ser despedazadas con machetes para destruir la “evidencia”.

- Patrullas de helicópteros sobrevuelan de forma continua los cielos de Beijing y Tianjin, como una demostración del poderío militar chino.

- Poblaciones masivas de trabajadores viven ahora en instalaciones subterráneas, por debajo de los limpios edificios de alta tecnología de Beijing, muestra de sus logros arquitectónicos a nivel mundial.

Si esta guerra “encubierta” entre China y Estados Unidos sigue aumentando, sería un hecho devastador para la economía de ambas naciones. Tanto China, como los Estados Unidos, están experimentando ondas de choque en sus mercados de valores, a medida que las burbujas económicas construidas sobre deudas comienzan a desmoronarse.

En estos tiempos, de instituciones financieras tambaleantes, no se necesita mucho para devastar la fe pública y desatar un éxodo masivo, lejos de monedas y mercados. Además, es evidente que los Estados Unidos consideran el juego con las divisas como un acto de guerra, que puede llegar a justificar una “respuesta armada” a este tipo de provocaciones.

Y, cabe recordar, que todo ello estaría alineado totalmente con las políticas del gobierno americano, puestas en marcha por el presidente Obama en 2011. “Washington considerará la utilización de armas convencionales en respuesta a posibles ataques cibernéticos a los Estados Unidos, según la nueva estrategia de defensa de la nación”, informó el diario, The Telegraph.

La estrategia de la Casa Blanca en materia de ciberseguridad deja bastante claro que los Estados Unidos responderá a actos hostiles, en el ciberespacio, como lo haría con cualquier otra amenaza para ese país.

“Nos reservamos el derecho a utilizar todos los medios necesarios, a nivel diplomático, informativo, militar y económico, según corresponda y de conformidad con el derecho internacional aplicable, a fin de defender a nuestra nación, nuestros aliados, nuestros socios y nuestros intereses”, establece el documento firmado el pasado 16 de mayo.

El portavoz del Pentágono, coronel Dave Lapan, confirmó que la política de la Casa Blanca no descarta una respuesta militar a cualquier ataque de tipo cibernético que puedan sufrir los Estados Unidos.

E, incluso, Henry Kissinger, en un artículo publicado en su página web, henryakissinger.com, titulado “El Futuro de los Estados Unidos - Relaciones con China: El conflicto es una opción, no una necesidad”, dce lo siguiente:

“Del mismo modo que la influencia de China en los países vecinos puede estimular los temores de dominio, los esfuerzos para perseguir los intereses nacionales americanos tradicionales pueden ser percibidos como una forma de cerco militar. Ambas partes deben entender todos los matices, por los cuales, los procesos aparentemente tradicionales y razonables llevados a cabo por una parte, pueden provocar las preocupaciones más profundas de la otra. Juntos, deben definir los ámbitos en los que se circunscribe la competencia pacífica. Si eso es administrado con prudencia, tanto la confrontación militar como la dominación se pueden evitar. Si no, la escalada de la tensión es inevitable”.

Si Estados Unidos decide, finalmente, equipar los “ataques de guerra de divisas” con los “ataques cibernéticos”, entonces podríamos llegar a presenciar la primera aplicación de una nueva doctrina de guerra, donde este tipo de “ataques” se enfrenten a una respuesta militar por parte del Pentágono.

Esperemos que esto no esto no vaya a más. Si no, Estados Unidos probablemente podría hallarse en el lado perdedor de una gran guerra, que implicaría la economía, las divisas y la guerra cibernética.

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